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Estrés ocupacional o Burnout

Estrés ocupacional o Burnout

¿Qué es el Burnout? ¿A que nos referimos con estrés ocupacional? ¿Cuales son los Sintomas del Burnout? Te contamos sobre el estrés ocupacional en este post y cómo impacta en nuestra salud mental.
Burnout es un síndrome primeramente descrito por Maslach et al. y definido como un estado de estrés psicológico, emocional y físico en respuesta a una exposición prolongada de estrés ocupacional. Incluye cansancio emocional (disminución del afecto emocional), despersonalización (desarrollo de actitudes cínicas hacia los pacientes) y reducción de la realización personal en el trabajo (evaluación negativa de sí mismo).

Otros nombres con el cual se lo conoce: «síndrome de trabajador desgastado», «síndrome del trabajador consumido», «síndrome del trabajador quemado» o «síndrome de desgaste ocupacional», con todo y que se le conoce con tantos nombres, se le hace poco caso.

Principalmente, el problema es haber padecido un estrés por un tiempo muy prolongado.
Inicialmente hay un estado de negación propiciado por el profesionalismo, perfeccionismo, idealismo, adicción al trabajo y de hiperresponsabilidad en el cual nos encontramos sumergidos.

Como muchas veces los profesionales de blanco formamos parte de un equipo, tener una baja dentro del equipo significa lidiar con más tareas y responsabilidades, lo que lleva a los integrantes a demostrar poca empatía con el compañero. Esta falta de empatía y de apoyo al caído por parte del equipo es común, no consciente, muy desmoralizadora y desilusionante para el que trae «las pilas bajas». Esto aumenta la sensación de aislamiento y de disociación.
Otros fenómenos que se desatan a consecuencia de estar «quemado», son la disminución de la calidad y eficacia en el desempeño de las labores así como la mayor tasa de errores.

Los síntomas del desgaste profesional son muy simples: cansancio, desinterés en actividades que anteriormente se realizaban con entusiasmo, despersonalización, sensación de desorganización mental, de aislamiento afectivo, sensación de que «uno no puede»; insatisfacción, trastornos del sueño; síntomas depresivos, ideación suicida y aun actos suicidas.

Definitivamente se pierde el bienestar en todas las áreas y la misma conexión con uno mismo y con los demás. Se empieza a perder el significado de la vida misma.
La persona que lo padece se vuelve anhedónica, es decir, que lo que anteriormente era motivo de alegría ahora no lo es, pierde la capacidad de disfrutar. El trabajo ya no produce incentivos para la persona afectada con desgaste profesional.

ETAPAS
1) Compulsión de probarse a sí mismo.
2) Tratar de trabajar más duro.
3) Empezar a ser negligente con las necesidades personales (dormir, comer, descansar, recreaciones, familia).
4) Sobrevalorar el trabajo sobre todo lo demás.
5) Negación del problema.
6) Dejar de socializar.
7) Cambios conductuales que son observados por otros (irritabilidad).
8) Separación de sí mismo y de otros.
9) Sensación de vacío interno.
10) Depresión.
11) Síndrome de desgaste emocional bien establecido con colapso físico y mental.

¿Qué hacer?

Se debe tomar conciencia del problema y actuar sobre múltiples factores que muchas veces olvidamos y tienen gran importancia en nuestro estado de bienestar. Regular el ciclo sueño-vigilia, tener un tiempo dedicado al esparcimiento y participar de actos recreativos, ejercitarse, dietas saludables, terapias grupales o individuales.
El sistema, instituciones y los compañeros deben cooperar. Las guardias no deben ser muy pesadas.
El cambio de vida, rutina, horarios profesionales es esencial.

El uso de métodos cognitivo/conductuales, aumentar la comunicación emotiva, la reducción de niveles de estrés, el uso de respiración saludable y sobre todo de técnicas de meditación y mindfulness. (Aprendé acerca de algunas técnicas en este post)

Parte del abordaje cognitivo-conductual es dar la dimensión real a los problemas que uno enfrenta.
Desde un punto más profundo algunas veces se deben de usar técnicas psicoanalíticas para disminuir las resistencias como la negación o los problemas de carácter como el perfeccionismo.
Es de suma importancia realizar un asesoramiento y realineación de metas, habilidades, y pasiones en el trabajo.

En ocasiones el uso de psicofármacos es necesario.

Estudios realizados en hospitales nacionales de alta complejidad como el Hospital de Clínicas y el Hospital Nacional del Cancer, han encontrado que la frecuencia de este problema es elevada, encontrandose en el 50 al 90% de la población estudiada.

Es importante abordar esta problemática y darle visibilidad, para alinear valores y proponer soluciones que puedan adaptarse con flexibilidad a las personas que son víctimas de esta epidemia silenciosa. La salud digital ofrece multiples opciones que tienen una probada eficacia, por citar algunas: tele consultas y aplicaciones de mindfulness. Hagamos uso de estas herramientas en pos de la salud mental. Prevenir es siempre mejor que lamentar!